Royal De Luxe

El lujo que trae Royal de Luxe


La prestigiosa compañía francesa sacudirá Santiago con Uno de sus montajes más apoteósicos: Una niña-marioneta de proporciones gigantescas que le hará el quite a los cables del tendido eléctrico para pasear, comer, ducharse y hasta dormir en la ciudad durante cuatro días. Un lujo del festival Santiago a mil que se anota como imperdible.


Por Bárbara Muñoz S.

Yo que usted no me muevo de Santiago. Porque del 24 al 28 de enero se presentará en Chile uno de esos espectáculos que sólo se pueden ver en las capitales europeas y que llegará a sacudir la rutina habitual de la ciudad durante cuatro días. Se trata de "La pequeña gigante", de la famosa compañía francesa Royal de Luxe, que más que un montaje callejero supondrá una verdadera intervención urbana que alcanzará un nivel de producción e impacto nunca antes vistos en Chile. En efecto, ésta es la primera vez que se presenta fuera de Europa. Hace siete meses, y a pesar de la fama de flemáticos de los británicos, medio millón de londinenses se sorprendió y emocionó hasta las lágrimas con el espectáculo. La BBC interrumpió sus transmisiones para dar cuenta en directo de lo que estaba pasando en la calle y sus cámaras mostraron cómo algunos adultos terminaban llorando cuando el grupo teatral abandonaba Londres.



El espectáculo se centra en una niña, una marioneta gigante de siete metros de altura hecha de madera y metal, que parece tener vida propia. Pestañea, abre la boca y hasta simula respirar. "No es un muñeco inerte, de verdad tiene vida. Te mira y tiene una expresión muy dulce", cuenta el productor chileno Gonzalo Valencia, que vio el montaje en Francia. La pequeña gigante no sólo camina por las calles gracias a un sistema de grúa que es manipulado por más de 20 franceses sino que además come, se ducha, anda en auto, se sube a una patineta y duerme. El público podrá seguirla en todo su recorrido por las calles y los niños podrán subirse en ella. El circuito, los horarios y las actividades que realizarán durante el día se conocerán más adelante, pero ya se sabe que recorrerá el centro histórico de Santiago hasta la comuna de Recoleta. Y no estará sola. También habrá un animal - probablemente un rinoceronte de las mismas enormes dimensiones que ella- al que perseguirá en su itinerancia.

Ésta es la tercera vez que la compañía, que ya lleva 27 años mostrando sus aplaudidos espectáculos callejeros en forma gratuita, utiliza estas enormes marionetas. "Los gigantes nos hacen transformarnos en niños", ha dicho el director Jean-Luc Courcoult sobre su opción artística para este montaje que escribió especialmente para Chile, que cuesta alrededor de 400 mil euros (unos $280 millones) y que implicará cortes de tránsito.

Un lujo real. Royal de Luxe es hoy la compañía de teatro callejero más sólida e influyente del mundo, por la envergadura de sus montajes, el nivel de impacto que producen en la ciudad y por la calidad de sus obras. Sus montajes han recorrido el mundo entero y han sido visto por varios millones de personas.

En Chile fue el mismísimo presidente de Francia, Jacques Chirac, el que en mayo pasado anunció que vendrían por cuarta vez al país con este espectáculo que ya ha girado por Nantes, Barcelona y Amberes. Al conocer la noticia, los productores culturales de Argentina y Brasil trataron de llevarlo a sus países, pero no lo consiguieron. "La pequeña gigante" será un lujo exclusivo del XIV festival Santiago a Mil.

Y es que Jean-Luc Courcoult tiene un evidente favoritismo por Chile. Él jamás lo ha ocultado. El carismático director ama tanto usar anteojos exóticos, camisas estrafalarias y zapatos de colores chillones, como venir a Chile, tomar pisco sour y comer mariscos. El carácter del chileno lo cautiva, "siempre dice que somos gente simple y orgullosa, digna y humilde", cuenta Marcela Paz Silva, directora de la Gran Reyneta, compañía que se formó a su alero hace dos años cuando montaron con éxito una versión local de "Roman Photo". Esa fue la primera coproducción del Royal de Luxe con otro país. La idea, claro, nació de Jean-Luc.

Él es el motor y líder absoluto de la compañía desde su creación en 1979. "Es una persona genial y con gran sentido de la humanidad. Cree en el derecho a la imaginación y tiene un compromiso social increíble", cuenta Carmen Romero, directora del festival. Y Marcela lo reafirma: "Su preocupación principal es hacer grandes espectáculos para que la gente disfrute gratis, por eso los montan en las calles. Él siempre dice que el que tiene que pagar es el que tiene la plata, es decir el Estado o la empresa, pero no el público".

Y eso, claro, funciona en un escenario ideal. Como el de Francia. Allí el Ministerio de Cultura subsidia a las compañías de teatro más destacadas. Fue en la década del 80 cuando el ex ministro de Cultura y Educación francés, y actual diputado del Partido Socialista, Jack Lang, impulsó esta política estatal de asegurarles un sueldo anual a los actores. "Me enorgullece que mis obras sean financiadas por impuestos. Es hermoso que ese dinero se destine a cultura popular", declaró recientemente Courcoult.

De esa forma el teatro callejero floreció y la ciudad francesa de Nantes, cuyo municipio también aporta dinero a las compañías, se convirtió en el epicentro del fenómeno. Allí se asentaron el Royal de Luxe y otras compañías como Monique o Generik Vapeur, que formaron algunos ex miembros del Royal, y que también se han presentado en Chile. Dentro de Latinoamérica, sólo Colombia ha desarrollado una política estatal parecida. En Chile, no funciona así. Por eso, a los seguidores chilenos del Royal de Luxe, como la compañía La Gran Reyneta, les cuesta mucho más hacer teatro gratuito en la calle. Pero lo intentan. "No sólo aprendimos que el espectáculo debe ser gratis, Jean-Luc también nos enseñó el amor por el estado de locura", cuenta Marcela Paz Silva entre risas.

Esa locura sólo se da al crear, porque a la hora de producir la disciplina se impone. "El ritmo europeo es mucho más fuerte que el latinoamericano. Ellos trabajan súper concentrados", asegura. Además en la compañía no hay lugar para el ego: todos hacen de todo y no se hacen distinciones entre actores y técnicos.

Es el método que los ha llevado lejos. Marcela Silva reconoce que la mayor de las lecciones aprendidas fue nunca olvidar que lo principal es llegar a la mayor cantidad de público posible. Por eso los relatos del Royal de Luxe son simples y universales. Courcoult lo ha dicho varias veces: "Si algo no se entiende, simplemente no vale la pena".





Bárbara Muñoz S..

Fuente: www.mercurio.cl

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